Un nuevo tema ha
surgido con el devenir de los avances tecnológicos: el atosigamiento ya no es
sólo por teléfono y mensaje de texto. Y acá abro un paréntesis porque el SMS lo
vale ¿a qué mente privilegiada se le puede ocurrir que un pobre Pediatra puede hacer medicina por esta
vía? Días atrás el padre (¡padre tenía que ser!) de una paciente, una beba de
11 meses, me cuenta por “mensajito” (porque es pediátrico), que la hija estaba descompuesta,
y quería saber qué le podía dar de comer. Obvio estamos salteando el
interrogatorio para determinar qué quiere decir “descompuesta”: ¿hizo una vez
flojo o 240 veces en el día? ¿tiene fiebre? ¿tiene vómitos? ¿tiene sangre en la
caca? ¿hace bien pis? ¿cómo están las mucosas?; y ni hablar del examen físico. Pero
sin detenernos en esos detalles, ¿se te ocurre que me voy a poner a mandar 35
mensajes de texto para completar la bendita lista de alimentos astringentes? Y
ya que estamos, una pregunta filosófica, ¿es justo que el pobre (en el sentido
más amplio y abarcativo) Pediatra tenga que pagar los mensajes que le debe
enviar a los padres de los pacientes? Mandame por lo menos un whatsApp, mínimo!
Volviendo a la
tecnología y su avasallamiento de Pediatras. Para descongestionar un poco el
teléfono, y que no me agarre un tumor cerebral, por tener el celular pegado a
la oreja todo el día, me compré un smartphone. Y empecé a decirle a los padres
de mis pacientes que para las urgencias me llamen al móvil, y para preguntas
que no sean de vida o muerte (entre nos “preguntontas”) me manden mail. ¡Madre
mía, qué puerta he abierto! ¡Satanás se aprovechó!
Ahora los padres
no solo me hacen cualquier tipo de pregunta, sino que además me mandan fotos de
los granitos que le salieron en la cola al nene, de la caca del bebé, videos de
la respiración mientras duerme, de los primeros pasos para ver si va a ser
chueco o si tiene el centro de gravedad bajo como Messi, etc., etc., etc. Y
cuando les decís que no podés definirlo por ese medio, que por el momento la
medicina se hace LIVE -en VIVO-, que necesitás ver a la criaturita; resulta que
lo que parecía una cuestión límite, pasa a ser algo menor, ya que “hoy no sé si
voy a poder ir al consultorio porque Pirulín tiene un cumple, y es del mejor
amigo y no puede faltar”. Pero si hasta hace 2 minutos daba la sensación que se
venía el Apocalipsis, se iba a cumplir el fin del calendario Maya, 2012 FIN DEL
MUNDO!!!
Y pensar que un
médico del hospital donde me formé, atendía el teléfono (del consultorio) de 14
a 15hs para responder preguntas, y las FACTURABA. Y yo… el sábado, después de
un copioso almuerzo, metido en la cama tapado hasta el cuello, aprovechando que
mi hijita se había dormido y que el mayor ya está en edad de jugar 20 minutos
sin quemarme el bocho, en un momento de pérdida transitoria de conciencia recibo
un llamado de una mami -no primeriza- para preguntarme qué hacía con la nena de
4 años que tenía piojos “y antes de ponerle cualquier producto quería hablar
con vos”. ¡¡¡¡¡¡¡Sábado 14hs!!!!!!! ¿Puede ser? ¿Es posible ser tan desubicada?
¿Soy yo el qué genera esto? ¿Si le contesto mal soy un insensible? ¿Y después
quién se la banca a mi esposa, que pobre mujer (después de ser madre y
profesional toda la semana) tenía la intención de dormirse una puta siesta de
30 minutitos? ¡My god!
Otra que me
viene cual flashback: Domingo 20hs, al borde del suicidio dominical, “Doc estoy
poniendo la sillita en el auto, ¿cómo era? ¿hasta los 9 kilos va mirando hacia
atrás? Perdoná que te lo pregunte hoy, pero después en la semana se me complica”.
¡Y a mi qué carajo me importa tus complicaciones de la semana! ¡Flaco, domingo
a la noche! ¡Dejame vivir en paz, por favor!
Yo me pregunto,
¿qué pasaría si los Pediatras tuviésemos un 0-600, y los padres tuviesen que
pagar por minuto las consultas telefónicas? ¿Disminuirían? ¿Filtraríamos las
preguntontas? Cuando yo les digo que por favor me llamen para saber cómo
evoluciona el/la chiquito/a de un cuadro que reviste cierta gravedad ¿estoy
dando un free pass, para que me llamen por cualquier pensamiento/reflexión/conjetura
que se les pase por la cabeza? ¿Es lo mismo un bebe de 3 meses de edad con 39
grados de fiebre, que un adolescente con acné? ¿El huevo o la gallina? ¿El
chancho o el que le da de comer? ¿No por mucho madrugar se amanece más
temprano? ¿A caballo regalado no se le miran los dientes?
Que buen blog , lo conocí por Ohlalá. Tengo una amiga que trabaja de secretaria en un consultorio donde hay varias especialidades y odia los días que hay pediatra (el consultorio es en zona norte y parece que el pediatra es recomendado) . Contado por ella: desde el vienen las mamás y te dejan los nenes mientras hablan con las amigas por tel y la nena viene y me dice me puedo armar un librito con las hojas de colores (el taco)?: no mi amor, te doy 2 hojitas y dibujás ahí (la nena se pone a llorar). O que llamen a ver si pueden ir (no es urgencia es para ver si con 5 meses puede empezar a comer y necesita saber ESE día , una semana después le cambia muchísimo se ve)y si les dice que no caen igual y de 18 turnos que tenía terminan siendo 36. Seguí con el blog que parece va a estar bueno. Saludos. Florencia.
ResponderEliminarFlorencia, grandes acotaciones! Creo que deberíamos agregar posts de las secretarias, ya que se tienen que bancar pibes, padres y pediatras. Unas mártires! Un beso, EL.
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